Los dos factores más importantes en las actividades de búsqueda y rescate son el tiempo y el riesgo, y los cuadricópteros y multirrotores de uso profesional ya han demostrado que los RPAS son capaces de realizar trabajos que antes sólo estaban al alcance de helicópteros.
Operar aeronaves como aviones y helicópteros es peligroso en ciertas condiciones, los medios aéreos no siempre están disponibles a corto plazo y, además, resultan muy caros. La tecnología de drones, por su parte, permite configurar los RPAS para volar y trabajar en un entorno específico: con el uso de RPAS, las intervenciones se realizan con eficiencia, bajo precio y menos personal.
Capacidad de los drones para la búsqueda y rescate
Los drones transportan una serie de sensores y herramientas especializadas para realizar el trabajo previsto y, entre las operaciones que realizan con eficiencia, destacan los trabajos de protección civil en caso de accidentes y catástrofes. Las ventajas de utilizar los drones son, entre otras, la mayor velocidad de intervención, menores riesgos para los operadores y la posibilidad de contar con un eficaz apoyo operativo gracias a imágenes detalladas de los escenarios de la catástrofe.
Los drones actuales son capaces de realizar un reconocimiento en tiempo real de una zona siniestrada, patrullar zonas predefinidas o navegar automáticamente por puntos de un recorrido determinado ( Waypoints). Los sistemas de estabilización de imagen aportan filmaciones de calidad y, por la naturaleza no tripulada del dron, se puede operar en condiciones climáticas que representarían un riesgo para un helicóptero de rescate.
RPAS para búsqueda de personas desaparecidas
Los helicópteros vuelan a altitudes de unos 200-300 metros y, sin sensores adecuados, la tripulación puede encontrar dificultades para reconocer el terreno. Los RPAS vuelan a menor altitud, unos 70 metros, y con los sensores montados a bordo controlan grandes áreas en cualquier momento del día.
Las cámaras termográficas o sensores infrarrojos son capaces de encontrar a una persona, aunque se encuentre tapada por la vegetación. Otro tipo de radar permite detectar anomalías del suelo, como depresiones o relieves, discordantes con el entorno. Al combinar esta tecnología con la fotografía aérea, es factible encontrar personas enterradas.
Los drones también son útiles en la búsqueda de personas en zonas inundadas o fluviales, porque permite acercarse a la orilla sin riesgo y seguir la corriente hasta lugares donde el agua puede arrastrar un cuerpo, lejos de la línea de visión del personal de emergencias sobre el terreno.
En caso de grandes siniestros, los drones pueden sobrevolar áreas colapsadas o atascos de tráfico y llevar material sanitario, como botiquines o desfibriladores, hasta las víctimas. Otra posibilidad añadida de estos drones ambulancia incluye la comunicación por voz en directo para que médicos en el centro de control indiquen a las personas cercanas a las víctimas cómo iniciar los primeros auxilios.
Los RPAS con sensores de rescate especializados ya han facilitado, por ejemplo, la salvación de personas sepultadas por aludes de nieve mediante tecnología de localización de los móviles de las víctimas, que actuaron como balizas sin que el usuario tuviera que hacer nada con el teléfono. Esa tecnología no necesita que el móvil tenga cobertura y facilita localizar desaparecidos en el mar o en la jungla, e informar de las coordenadas GPS al centro de operaciones.
RPAS para bomberos
Los bomberos encuentran múltiples usos a los drones. Uno de los principales es el reconocimiento en edificios siniestrados: el dron es capaz de transmitir videos en vivo al centro de operaciones para evaluar la estabilidad estructural de un edificio en llamas y el nivel de peligro existente.
En incendios forestales, los drones con sensores infrarrojos sobrevuelan el área en llamas y aporta al equipo de bomberos información sobre la extensión y la dirección del fuego.